Lo que hay que saber sobre la salud mental materna
La llegada de un nuevo bebé a la familia es, sin duda, un momento de alegría. Pero también puede tener sus altibajo. Lo que puede que sepas: El embarazo y el posparto pueden afectar negativamente a tu salud mental.
“Muchas personas desconocen los cambios de salud mental que pueden surgir durante el embarazo y el posparto”, afirma Ashurina Ream, PsyD, PMH-C, psicóloga clínica licenciada y especialista en salud mental perinatal. “Cuando no se tratan, estos trastornos pueden causar estragos tanto en la embarazada como en el bebé después del parto”.
Se trata de una idea aterradora, sin duda, pero razón de más para ser conscientes de los trastornos perinatales del estado de ánimo y de ansiedad. (“Perinatal” se refiere a cualquier momento durante el embarazo y a lo largo del primer año después del nacimiento del bebé).
Cuando se está en la vorágine de la vida con un recién nacido, puede resultar difícil separar el mal humor o la fatiga habituales de afecciones más graves. “Estás agotada, te estás recuperando físicamente del parto, tienes un bebé y tu vida ha dado literalmente un vuelco”, dice Emily, la madre primeriza. “El mayor reto para mí fue diferenciar entre lo que es la experiencia de curación posparto inmediata y lo que es un problema médico que puede tratarse”
La clave, señala la Dra. Ream, es conocer los trastornos perinatales del estado de ánimo y de ansiedad y los recursos disponibles.
Aquí trataremos algunos de los trastornos mentales maternos más comunes, así como las formas de encontrar apoyo.
Tristeza posparto
Este trastorno posparto es muy común. “Sabemos que entre el 60% y el 80% de las mamás experimentan melancolía posparto, o ‘baby blues’, como algunos la llaman”, nos dice la Dra. Ream. “Es una breve experiencia de mal humor o reactividad”.
De hecho, la duración es lo que define la melancolía posparto. Aunque los síntomas pueden parecerse a los de la depresión posparto (véase más abajo), la diferencia es que esta última suele durar solo de 2 a 3 semanas.
Con la melancolía posparto, las madres dicen llorar, sentirse abrumadas, fatigadas e inseguras de sí mismas. Los expertos creen que el cambio hormonal que se produce tras el parto influye, y la falta de sueño tampoco ayuda. A pesar de todo, “la melancolía posparto es leve por naturaleza y el estado de ánimo predominante de la madre tiende a ser feliz. No es un trastorno psiquiátrico”, aclara la Dra. Ream.
Sin embargo, si experimentas estos síntomas durante más de dos o tres semanas después del parto, ya no se trata de tristeza posparto. Podría tratarse de una afección más grave.
Depresión
La depresión perinatal (también llamada depresión posparto) se parece al trastorno depresivo mayor, salvo que comienza con el embarazo o después del parto. En un estudio de 10.000 mujeres, el 21% experimentó depresión posparto. De estas mujeres, aproximadamente el 33% notó que sus síntomas empezaron realmente durante el embarazo.
Los síntomas de la depresión perinatal incluyen
- sentirse abrumada
- tener dificultades para cuidar del bebé o de una misma
- dificultad para conectar con el bebé
- pérdida de interés por las cosas que antes resultaban agradables
- tristeza, llanto e irritabilidad persistentes
- cambios en el apetito
- dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormida, o ganas de dormir todo el tiempo
- sentimientos de culpa, vergüenza, desesperanza o impotencia
- dolencias físicas, como dolores de cabeza o de estómago
- pensamientos suicidas
Según la Dra. Ream, los cambios en los patrones de alimentación y sueño van de la mano de muchos trastornos mentales. Estos sentimientos son muy reales, pero puede resultar difícil expresarlos con palabras. “Con frecuencia, las madres vienen a verme y me dicen: ‘No me siento yo misma”, dice.
Nota: Si tienes pensamientos de hacerte daño a ti misma o a otra persona, busca ayuda de inmediato.
Ansiedad
Del mismo modo, la ansiedad perinatal (también llamada ansiedad posparto) puede parecerse mucho a los trastornos de ansiedad generalizada, que son el problema de salud mental más frecuente en Estados Unidos, según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI). Los investigadores han descubierto que las tasas de ansiedad durante el embarazo se sitúan en torno al 16% y pueden llegar al 20% en el caso de las mujeres después del parto. Esta cifra aumentó hasta el 72% tras la pandemia.
La ansiedad perinatal puede identificarse por los siguientes síntomas:
- agitación e irritabilidad
- dificultad para estar quieta
- preocupación excesiva
- preocuparse demasiado por la salud o la del bebé
- cambios en el sueño y el apetito
- pensamientos precipitados
- falta de aliento
- aumento de la frecuencia cardíaca
- estar en alerta máxima
- pensar en el “peor de los casos”
Con la ansiedad perinatal, los peores escenarios ya no parecen hipotéticos; las posibilidades parecen muy reales y amenazadoras. Cuando esos pensamientos rondan constantemente por la cabeza, no puedes centrarte en otras cosas ni disfrutar de los momentos de la maternidad. La Dra. Ream ofrece esta analogía:
“La respuesta de ansiedad es como una alarma de incendios defectuosa. Todo en tu entorno te dice que es simplemente un simulacro de incendio, pero tu cuerpo responde como si hubiera un incendio real”.
Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Cuando el nivel de ansiedad de una persona se vuelve insoportable e incontrolable, puede dar lugar a un comportamiento compulsivo, conocido como TOC. Las mujeres perinatales corren un mayor riesgo de padecer TOC que la población general. De hecho, casi el 11% de las mujeres muestran signos de TOC a las dos semanas del posparto.
“El TOC perinatal es una de las experiencias más incomprendidas del periodo perinatal. La mayoría de las madres ni siquiera saben lo que es hasta que lo han experimentado”, afirma la Dra. Ream. “A menudo se piensa que es otra cosa, como ansiedad general o depresión”.
En el TOC perinatal, la madre tiene pensamientos repetitivos y abrumadores sobre la posibilidad de que su bebé sufra algún daño. Una madre con TOC perinatal se vuelve hipervigilante y desarrolla conductas para evitar posibles daños. Un ejemplo de ello es comprobar repetidamente si el bebé respira.
“De nuevo, es normal que las madres primerizas se preocupen. Pero a las que padecen TOC, los pensamientos preocupantes les causan una angustia considerable y van acompañados de una tremenda culpa y vergüenza”, explica la Dra. Ream.
Cómo obtener ayuda
Ahora que ya sabes cómo pueden ser la depresión perinatal, la ansiedad y el TOC, sé proactiva con tu salud mental. Es especialmente importante que busques ayuda si tienes antecedentes personales de problemas de salud mental. Lo mismo ocurre si ya experimentas algunos de los síntomas mencionados anteriormente.
La Dra. Ream sugiere seguir estos pasos:
- Busca ayuda profesional. Ponte en contacto con un terapeuta individual especializado en salud mental materna. Él o ella puede ayudarte a explorar opciones de medicación si es necesario. Si necesitas ayuda para encontrar un terapeuta, pregunta a tu médico de cabecera.
- Busca un grupo de apoyo. Los hospitales locales y los organismos de apoyo a las mujeres embarazadas y puérperas son excelentes recursos para encontrar grupos de apoyo. También puedes encontrar grupos virtuales y presenciales a través de Postpartum Support International (postpartum.net).
- Activa tu red de apoyo social. Son las personas más cercanas a ti. Es importante que compartas con ellos lo que te ocurre y cómo pueden apoyarte mejor.
“Sarah” necesitó más de un año de terapia con la Dra. Ream para superar su ansiedad perinatal. Para entonces, ya tenía más confianza en los demás para cuidar de sus gemelos, así que pudo tomarse un merecido descanso.
Algunas mujeres, como Emily, consiguen buenos resultados con la medicación. Se sintió aliviada al saber que algunos ansiolíticos pueden tomarse sin riesgo durante la lactancia. “Es como la diferencia entre la noche y el día. Me salvó la vida”, dice.
Tranquilidad
Durante el embarazo y después de la llegada del bebé, vigila cómo te sientes, tanto por dentro como por fuera. Piensa en la atención a la salud mental como parte del proceso de curación posparto. Los trastornos perinatales del estado de ánimo y de ansiedad engloban muchas enfermedades. La depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo son algunos de los más comunes.
La Dra. Ream también recomienda compartir esta información con el exterior. “Es posible que desees enviar esta información a tu sistema de apoyo también, para que sea consciente de los recursos y las señales de advertencia a tener en cuenta.”
Y si empiezas a experimentar algunos de estos síntomas, habla. Dice la Dra. Ream: “Quiero que sepas que hay ayuda a tu alrededor, y que puedes sentirte mejor”.